De entre su magnífica oferta sobresale un conjunto de obras de los siglos XVIII y XIX que atraerá las miradas de los compradores.
Publicado por Daniel Díaz para la web de Ars Magazine el 23 de septiembre de 2014.
Hay que reconocer que en los últimos tiempos, las subastas que ofrece esta sala madrileña están por encima de la media; su lema de menos licitaciones pero con piezas más escogidas es eficaz. La que se ofrece para los días 1 y 2 de octubre va en esta línea: calidad, clase, piezas verdaderamente excepcionales, especialmente alrededor del siglo XIX.
De entre las más atractivas destaca una de Joaquín Sorolla: 
Playa de Valencia, 1904 (O/L, 62 x 66 cm; 225), por la que se piden 120.000 euros. Procedente de la colección de Elena Sorolla, llega al actual propietario por descendencia, habiendo permanecido siempre en la familia. No es extraño, pues presenta un asunto poco común en el valenciano: el mar en un día de invierno, probablemente “a finales de año cuando Sorolla disfruta de unas Navidades familiares en su tierra natal”. Y así, en lugar de los intensos azules y los blancos puros, de los reflejos en la piel mojada y de la luz que todo lo baña, encontramos un tono más gris, donde abundan los verdes esmeraldas y los blancos con azules marino como fondo, verdaderamente poco habituales en la amplia producción marina del pintor. También del valenciano se ofrece, para otros bolsillos, Paisaje de Asturias, vista trasera de la Playa de los Quebrantos, 1903 (O/cartón, 23 x 33,5 cm; 227), pues inicia las pujas en 18.000 euros. Procedente de la misma familia, debió ser pintada en la primavera de 1903 y refleja parte de la esencia asturiana: los prados en primavera. Leer más.
