Las subastas de los Old Masters Paintings en Londres de esta semana muestran el permanente interés por los grandes maestros. Publicado por Daniel Díaz el 5 de julio de 2013.
Y fundamentalmente llaman la atención dos elementos.
El primero es el valor de la facturación total: por 36 lotes de los 52 ofrecidos Christie’s obtuvo unas ventas el día 2 de julio de 23.852.300 libras (36.279.348 dólares; 27.740.225 euros), lejos de los 35.048.000libras (53.125.758 dólares; 41.272.663 euros) recaudados por Sotheby’s al día siguiente, 3 de julio, por la venta de 37 lotes de los 47 ofrecidos.
El segundo, más interesante aún: la diversificación de los compradores, que pujaron desde 11 países distintos en el caso de Christie’s y nada menos que desde 33 en el caso de Sotheby’s. Parece, pues, que el mercado de arte antiguo, de los maestros antiguos, interesa cada vez más, independientemente de donde se viva.
La obra estrella de la semana ha sido, sin duda, el Santo Domingo en oración, pintado hacia 1600 por El Greco en Toledo que presentaba el día 3 Sotheby’s Londres. De apenas 75 x 58 cm, muestra al santo orando ante un pequeño crucifijo en un paisaje y con unos celajes prácticamente abstractos, en una composición con muy pocas variantes respecto a la del Museum of Fine Arts, de Boston. Debió pertenecer a la colección del Marqués de Aldama, de Madrid -según supuso Tomás Harris, uno de sus propietarios-, pero fue comprado en 1970 por Gustav Rau (1922-2002), cuyos herederos lo han vendido para obtener fondos para UNICEF. La estimación era de tres a cinco millones de libras, pero el interés despertado por la calidad de la pieza hizo que pujasen desde otros países hasta alcanzar un remate de 9.154.500 libras (13.876.391 dólares; 10.780.375 euros), de tal modo que pasa a ser no sólo el récord del artista en subasta sino la pieza de pintura antigua española más cara hasta el momento.
Como hecho verdaderamente excepcional, salía a pujas en la misma subasta otro cuadro de gran calidad de El Greco: esta vez un Cristo en la cruz de grandes dimensiones (177 x 105 cm), que perteneció en su día al pintor Ignacio Zuloaga -heredado de la colección de su padre Plácido- y que fue cedido luego al museo del pintor en Zumaia, donde ha permanecido hasta fechas muy recientes por lo que no sabemos si ha sido la propia familia la que lo ha vendido ahora o el que se lo compró a ellos. Adjudicado por 3.442.500 libras (5.218.142 dólares; 4.053.902 euros), dentro de la estimación de tres a cinco millones de libras, es obra de madurez, realizada entre 1600 y 1610, en una de las tres versiones más grandes que pintó, con la peculiaridad de mostrar un Cristo aún vivo. Por cierto, el último que salió (O/L, 82,5 x 51,5 cm), en Sotheby’s Londres en julio de 2000, tras una salida por 600.000 libras se adjudicó nada menos que en 3.500.000 libras, que con comisiones e impuestos hicieron un total de 3.853.500 libras (5.758.285 dólares; 6.181.043 euros).
En esa misma licitación, debemos destacar la magnífica venta del paisajista Claude‑Joseph Vernet, cuya espectacular obra View of Avignon, from the right bank of the Rhône near Villeneuve (O/L, 99 x 182,7 cm), financiada en 1757 por 1.500 libras por Louis-Gabriel Peilhon, Secretario Consejero del Rey, superó con creces las expectativas al adjudicarse por 5.346.500 libras (est. 3-5 millones de libras).
Y una última referencia: también de la colección de Gustav Rau, se vendió para beneficio de UNICEF seis paneles del veneciano Giandoménico Tiépolo (1727-1804) bajo el título The celebrated deeds of the Porto family of Vicenza (c.1760) por 3.218.500 libras (est.: 3-5 millones de libras).
Alex Bell, Worldwide Head of Sotheby’s Old Master Paintings, comentó: “The greatest Old Master paintings have a timeless quality that transcends their era and gives them a relevance to audiences today, as tonight’s global bidding and record result for El Greco’s “St Dominic in Prayer” attest. The dialogue between Old and New is injecting fresh energy into our field. We’re now firmly in a new era, where clients from new markets are collecting Old Masters in new ways. Our response has been to offer the most exciting and diverse works we can find – and to present them in a more contemporary way”.
Muchas expectativas había depositadas en la subasta del día anterior, día 2, en Christie’s pues justamente el año anterior se había vendido, nada menos que por 22,4 millones de libras (35,2 millones de dólares; 27,9 millones de euros) el lienzo de grandes dimensiones de John Constable (1776-1837) The lock, que pertenecía a la Baronesa Thyssen. Aquel día, Christie’s recaudó 85 millones de libras (133,4 millones de dólares; 105,7 millones de euros)…
La pieza reina de la subasta, que despertó también pasiones y entusiasmos, fue la del veneciano Giovanni Antonio Canal (1697-1768), más conocido por Canaletto. Los 8.461.875 libras (12.870.512 dólares; 9.841.161 euros) pagados por la pieza, superaron con creces la estimación de cuatro a seis millones de libras. Se trataba de una impresionante vista de The Molo, Venice, from the Bacino di San Marco (O/L, 68,8 x 112,7 cm) pintada con poco más de treinta años, en la plenitud de sus facultades, muy probablemente por encargo del noveno Duque de Norfolk, Edward Howard (1686-1777) y que durante muchas generaciones perteneció a esta familia. Formaba parte de una importante serie de vistas de los monumentos más característicos del corazón de Venecia, pintados en un formato de gran tamaño con esa luz tan característica suya, límpida, clara y luminosa, y con sus breves y empastadas pinceladas que tanto definen la arquitectura de los edificios como los personajes que se encuentran en el lago.
Siendo un excelente resultado, estamos aún lejos de los ya míticos 16.600.000 millones de libras en que se adjudicó, en un no tan lejano julio de 2005, Venise, the Grand Canal, looking North-East from Palazzo Balbi (O/L, 86,5 x 138,5 cm) en Sotheby’s Londres; al final, con comisiones e impuestos, la cifra ascendió a 18.600.000 libras (27.377.340 euros) que pulverizaba ampliamente el récord obtenido justamente el día anterior en Christie’s Londres por The Bucintoro at the Molo, Venice, on Ascension Day (O/L, 152,1 x 137,5 cm), vendido por la magnífica cifra de 11.432.000 libras (16.861.056 euros). Quedaban ya lejanas las otras dos grandes ventas del veneciano que había obtenido Christie’s: en enero de 2000, por The grand canal, Venice, Looking East from the Campo di San Vio (O/L, 46,5 x 77 cm) se pagaron 6.602.500 dólares (4.033.467 libras; 6.599.410 euros), y en diciembre de ese mismo año aún, The Campo Santi Giovanni e Paolo, Venice, with the West End of Church (O/L, 47 x 78 cm), fue adjudicada por 7.703.750 libras (12.676.432 euros) en Christie’s Londres…
A un nivel inferior, una buena pieza de Sir Peter Paul Rubens (1577-1640), Head of a bearded man in profile holding a bronze figure (O/L, 73 x 61 cm) se vendió por 1.741.875 libras (2.649.392 dólares; 2.025.801 euros), dentro de estimación 1,5 a 2,5 millones de libras. Pintada a su vuelta de Italia, es un estudio que luego servirá al maestro para pintar a uno de los reyes de su monumental Adoración de los Reyes de la Iglesia de San Juan en Mechelen, realizada entre 1616 y 1617.
Christ on the Cross (O/T, 41 x 25,8 cm), la única representación de este episodio que realizó Lucas Cranach el Viejo (1472-1553), alcanzó nada menos que 1.137.075 libras (1.729.491 dólares; 1.322.418 euros). Desde luego, la calidad del paño de pureza que recorre la tabla como una segunda línea de horizonte, el sucinto pero ajustado paisaje de la parte inferior, la degradación de color del fondo de la tabla, y el rostro, donde puede apreciarse más que el dolor, la tristeza de Cristo, hacen que sea una pieza de altísimo nivel y no es extraño que superase la estimación y superase en más del doble la estimación más baja.
El último apunte para José Ribera, nuestro Españoleto (1591-1652), pues su Philosopher holding a mirror (O/L, 114 x 80 cm), una magníica alegoría de la vista procedente de una familia española, multiplicó casi por tres su estimación más baja de 250.000 libras al adjudicarse por 733.875 libras (1.116.224 dólares; 853.497 euros). Vista la pieza, su calidad era innegable, de lo mejor del Ribera joven que teníamos en nuestro país por lo que no deja de ser sorprendente que hayan dejado sacar la pieza fuera de nuestras fronteras, por mucho que, según la literatura, sea una versión más de un tema tan querido por el artista; ésta era una de las mejores versiones. En ese sentido, la evolución en la catalogación es aclaratoria, aunque no haya referencias aún del verdadero experto en el Ribera joven, Gianni Papi: en 1978 A.E. Pérez Sánchez y N. Spinosa, en L’opera completa del Ribera, Milan, p. 127, nº 236, lo publican como una versión del original perdido, con una firma apócrifa. Años más tarde, el italiano en su Ribera: L’opera completa, Naples, 2003, pp. 350 and 395, lo publica con el número B15 “as one of many copies after a lost original”; pero más recientemente, en la segunda edición del libro de 2006, pp. 298 y 436, lo da ya con el A93 como “one of ‘numerose repliche o copie antiche’.
Esperemos que la tendencia continúe y los precios de pintura antigua continúen subiendo hasta llegar al nivel al que deberían pues las fluctuaciones del mercado y del gusto son inevitables, pero la calidad debe traducirse en precio, por encima de modas más o menos pasajeras y de intentos puramente especulativos. Publicado por Daniel Díaz el 5 de julio de 2013.