Mercado de arte

Six self portraits de Warhol y otras piezas

Muy atractiva oferta la preparada por Sotheby’s Nueva York para el 14 de mayo con obras de gran calidad de Basquiat, Koons, Rothko, de Kooning, Twombly, Richter
Publicado por Daniel Díaz el 14 de mayo.
andy warhol six self portrait sothebys anthony d’offay

 

Si la apuesta de Christie’s es un tríptico de Bacon que trae a nuestra memoria la pieza más cara vendida en subasta, la de Sotheby’s no se queda a la zaga ni mucho menos al ofrecer una obra inédita de Jeff Koons (1955), el artista vivo por el que se ha pagado la escultura más cara de la historia.
Sí, fue en noviembre pasado cuando Christie’s Nueva York remató, de Koons, nada menos que por 58,405,000 dólares (43.646.056 euros) su Balloon Dog (orange), 1994-2000 (acero cromado, 307,3 x 363,3 x 114,3 cm), por encima de la estimación de 35 a 55 millones de dólares pasando a ser la escultura más cara vendida en subasta. Y ahora, la pieza que ofrece Sotheby’s es un superlativo jeff koons popeye sculpturePopeye, 2009-2011 (acero cromado, 198,1 x 129,5 x 71,1 cm) del que sólo hay tres ejemplares (el que se ofrece es el 3/3). Ningún ejemplar de la serie ha salido a pujas ni se ha expuesto antes; se presenta al público en la galería de Sotheby’s Nueva York, y su estimación es de unos 25 millones de dólares, un precio relativamente bajo pues debemos tener en cuenta que la pieza ha sido creada hace apenas unos pocos años. Y es que Koons es el gran representante actual del pop occidental –Takashi Murakami (1962) sería el alter ego del manga y de la cultura oriental-, que ha pasado a tres dimensiones los iconos de los cómics que Warhol y Lichtenstein convirtieron en iconos…

Y hablando del rey del pop, de Andy Warhol (1928-1987) se ofrece andy warhol six self portrait sothebys anthony d’offaySix self portraits, seis lienzos de 56 x 56 cm, que se cuentan entre sus mejores piezas finales; realizados en 1986 -veinte años después de que comenzase sus series de autorretratos y pocos meses antes de su muerte-, fueron adquiridos por el presente propietario en julio de 1986 al conocido art dealer Anthony d’Offay en su galería londinense. Anthony organizó únicamente una exposición de Warhol, dedicada al autorretrato; pero antes de abrir sus puertas al público, los coleccionistas vieron la serie completa y la compraron por 57,500 dólares, pero Warhol puso sus condiciones: tendrían que estar puestos siempre a la misma altura, la altura real de su cabeza, y siempre con el mismo orden: azul, verde, naranja, lila, azul claro y rosa. La estimación es de 25 a 35 milllones dólares.
En este sentido, recordemos sus mejores ventas de autorretratos: Self portrait, 1986 (274,3 x 274,3 cm) en tonos violetas se vendió en mayo de 2010 en esta misma casa por 32,562,500 dólares (25.620.175 euros), muy lejos de la estimación de 10 a 15 millones, por encima de los 27,522,500 dólares (19.177.678 euros) pagados en mayo de 2011 en Christie’s Nueva York por Self portrait, 1986 (271,2 x 270,5 cm) en tonos rosa anaranjado, pero por debajo de los 38,442,500 dólares (26.786.734 euros) pagados por Self portrait, 1963-1964 (101,6 x 81,3 cm), cuatro imágenes suyas con gafas y gabardina en tonos azules y lilas, su pieza más cara.

Compañero de Warhol fue Jean-Michel Basquiat (1960-1988), del que se ofrece un espectacular jean michel basquiat undiscovered genius of the mississippi delta 1983, basquiat paintings, basquiat twain, basquiat negroes, Undiscovered Genius of the Mississippi Delta, 1983 (Tm/cinco lienzos unidos, 124,5 x 471,2 cm) con una estimación de 20 a 25 millones de dólares. Los casi cinco metros de ancho de la obra hacen que sea una pieza muy especial; de hecho, para encontrar una similar debemos retroceder hasta el ya lejano mayo de 2002 cuando Profit I, 1982 (220 x 400 cm) se remató en Christie’s Nueva York por  5,509,500 dólares (6.046.125 euros). Más pequeño, Five fish species, 1983 (168 x 357 cm) llegó a los 4,969,250 libras (5.844.334 euros) en Sotheby’s Londres en febrero de 2013. Incluida en varias de las exposiciones más importantes de Basquiat como en el Whitney Museum of American Art de Nueva York en 1992-93, Serpentine Gallery en Londres en 1996, o el Brooklyn Museum en 2005-6, la cita de ‘Negroes’ y de Mark Twain y las historias a lo largo del río Mississippi de su Huck son de alguna manera un recuerdo de la reciente América donde aún estaba fresca la violencia racista.

Muy interesante es también la oferta de pintura abstracta. Como pieza de referencia, en cuanto a precio se refiere, destaca de Willem de Kooning (1904-1997), su willem de kooning, de kooning paintings, de kooning pils, Untitled, hacia 1975-77 (O/L, 175,2 x 200,6 cm) con una estimación entre 18 y 25 millones de dólares, y Montauk III, 1969 (184,2 x 179,2 cm) un óleo sobre papel pegado a lienzo de grandes dimensiones también, con una estimación de 10 a 15 millones. Las obras ofrecidas son tardías, pero no por ello menos interesantes pues muestran una verdadera explosión de fuerza y creatividad en lienzos de gran escala con colores saturados, tras los años en que el pintor estuvo alejado de la pintura. De hecho, “De Kooning’s paintings of the Seventies are an annihilation of distance. The close-ups are about closeness, a consuming closeness. These paintings are crystallizations of the experience and amazement of having body and mind dissolve into another who is all delight (…). They came, with the artist in his mid-seventies, as the climax of a period in which the paintings…with their massively congested, deeply luminous color, their contrasts between flowing and broken forms, attain at their best a total painterliness in which marks and image coalesce completely and every inch of the canvas quivers with teeming energy” (David Sylvester, About Modern Art: Critical Essays 1948-1996, London, 2001, pp. 349-350).

De Mark Rothko (1903-1970), se ofrece un luminoso mark rohtko, rothko paintings, rothko 1950, Untitled, 1950 (O/L, 83,8 x 76,2 cm) con una estimación de 8 a 12 millones de dólares. Pieza de pequeñas dimensiones para lo que estamos acostumbrados a ver en las evening sales de Sotheby’s y de Christie’s, está pintada en uno de los momentos más importantes de la carrera profesional de Rothko y con los colores que definen precisamente esos años. Tres campos marcadamente horizontales, pero que van ganando en ligereza según se asciende, en un todo naranja que lo domina todo y que verdaderamente atrapa la mirada y que hacen que vibre constantemente, como reverberando. Pintura en estado puro, él mismo habló del esfuerzo: “the progression of a painter’s work, as it travels in time from point to point, will be toward clarity: toward the elimination of all obstacles between the painter and the idea, and between the idea and the observer….To achieve this clarity is, inevitably to be understood” (Mark Rothko, ‘Statement on His Attitude in Painting,’ The Tiger’s Eye, no. 9, October 1949, p. 114).

Y en esta misma línea de color puro es donde mejor encaja la magnífica yves klein and lucio fontana, yves klein relief eponge bleu RE 51, klein epongeRélief éponge bleu (RE 51), 1959 (pigmentos secos y resinas naturales, esponjas sobre tabla, 103,5 x 102,5 x 9 cm) de Yves Klein (1928-1962). Expuesta en la mítica exposición forest of sponges en París en 1959 en la galería Iris Clert, esta obra ha representado siempre la cima de sus esponjas y demás esculturas, que van mucho más allá de la pintura y de la escultura. No deja de ser un dato significativo que su primer dueño fuese Lucio Fontana, uno de los grandes pioneros y renovadores de la escultura contemporánea abstracta. De hecho, Fontana tuvo cinco obras de Klein, una de cada una de sus distintas series. Comprado en junio de 2012 en Christie’s Londres por 7,657,250 libras (9.530.213 euros; 11,923,103 dólares) sale ahora a pujas apenas dos años más tarde con una estimación de 15 a 20 millones de dólares

Dos apuntes más. De la misma galería londinense Anthony d’Offay que vendió el Six self portrait de Warhol, procede el impactante lienzo de nada menos que 300 x 300 cm del alemán Gerhard Richter (1932), gerhard richter, richter bleu 658, richter abstraktes bildBlau (Blue) 658, 1988, con sus característicos impredecibles tonos que afloran al pasar la paleta. Y eso es precisamente lo que busca Richter con estas piezas: mostrar lo imposible de la planificación, lo atractivo de lo descubierto, del encuentro inesperado. “I want to end up with a picture that I haven’t planned. This method of arbitrary choice, chance, inspiration and destruction may produce a specific type of picture, but it never produces a predetermined picture… I just want to get something more interesting out of it than those things I can think out for myself” (entrevista al artista en 1990 en Hubertus Butin and Stefan Gronert, eds., Gerhard Richter. Editions 1965-2004: Catalogue Raisonné, Ostfildern-Ruit, 2004, p. 36). “The character of the Abstract Paintings is not their resolution but the dispersal of their elements, their coexisting contradictory expressions and moods, their opposition of promises and denials. They are complex visual events, suspended in interrogation, and fictive models for that reality which escapes direct address, eludes description and conceptualization, but resides inarticulate in our experience” (Roald Nasgaard in Exh. Cat., Chicago, Museum of Contemporary Art, Gerhard Richter: Paintings, 1988, p. 110).
Comprado en noviembre de 2002 en Sotheby’s Nueva York por 2,209,500 dólares (2.187.184 euros) sale ahora al mercado con una estimación nada menos que entre 25 y 35 millones de dólares, lo que la situaría como segunda o tercera pieza más cara de su mano; Abstraktes Bild, 809-4, 1994 (O/L, 225 x 200 cm) se vendió en Sotheby’s Londres en octubre de 2012 por 21,321, 250 libras (26.502.313 euros; 34,165,171 dólares), por debajo de los 37,125,000 dólares (28.615.950 euros) pagados en la misma sala en mayo pasado por Domplatz, Mailand [Cathedral square, Milan], 1968 (O/L, 275 x 290 cm). Desde luego será interesante saber por cuánto se ha revalorizado en algo menos de 12 años…

De Richard Diebenkorn (1922-1993), y procedente de la colección de Jane y Marc Nathanson, se ofrece richard diebenkorn, nathanson collection, ocean park #20, diebenkorn ocean park, diebenkorn paintingsOcean Park #20, 1969 (O/L, 236,2 x 203,2 cm), que será incluida en el catálogo razonado con el número 3997 (estate number 1434). De 9 a 12 millones de dólares es la estimación de este temprano ejemplar en la larga y siempre buscada y apreciada serie de Ocean Park, comenzada en 1967 y terminada veinte años después, y que ha estado expuesta en más de 45 exposiciones de museos en Estados Unidos. Con su particular equilibrio, Diebenkorn sorprende la fuerza de color de esta pieza, y el equilibrio de masas, reflejo de alguna manera de las vistas de la playa entre los rascacielos y las casas de la propia ciudad.
Recordemos en este sentido las dos piezas mejor pagadas de Diebenkorn hasta la fecha: Ocean Park #48, 1971 (O/L, 274,3 x 208,3 cm) que se vendió por 13,522,500 dólares (10.651.673 euros) en noviembre de 2012 en Christie’s Nueva York, y el Ocean Park #46, 1971 (O/L, 205,7 x 205,7 cm) alcanzó los 11,085,000 dólares (8.544.318 euros) en Sotheby’s Nueva York en mayo pasado. Y es lógico, pues, pensar que el presente lienzo, de 1969, puede superar tranquilamente estos precios.
Por último, aunque podríamos seguir comentando casi todas las obras dada su calidad, tiene un equilibrio especial la de Cy Twombly (1928-2011), Untitled, 1959 (Tm (óleo, ceras y lápiz)/L, 95,9 x 138,4 cm), que se ofrece con una estimación de 3,5 a 4,5 millones de dólares.

Desde luego, la oferta vuelve a ser impresionante, como un paseo por un museo de arte contemporáneo de primerísima calidad. Y la respuesta, tal y como muestran los indicadores económicos, será muy probablemente muy buena también. Hablaremos de ello la próxima semana. Daniel Díaz.


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