Las ventas durante la semana pasada de piezas de Richter, Kippenberger o las de Barceló y Chillida en Christie’s y en Sotheby’s Londres nos hablan directamente de ello.
Publicado por Daniel Díaz el 15 d eoctubre de 2012.
A pesar de ciertas buenas ventas, la semana londinense deja un sabor agridulce por obtener grandes ventas pero ligeramente escasas en volumen. En las subastas de arte de postguerra y contemporáneo, evening sale y day sale, y en la de obras italianas, las cifras de Christie’s no llegan a los 50 millones de libras (49.361.025 libras, para ser más exactos), mientras Sotheby’s se queda muy cerca de los 70 millones (69.891.075 libras), obteniendo una más que buena cifra: su mejor venta de octubre en los últimos años.
El gran triunfador de la semana ha sido, sin ninguna duda, el alemán Gerhard Richter (1932). Sigue escalando posiciones en el ranking mundial, cada una de sus obras se vende ya a precio de oro y la revalorización que van obteniendo es más que interesante. Y, desde ahora, ostenta el récord de ser el artista vivo por el que más se ha pagado una obra.
Y es que una pieza sobresalía con voz propia por encima del resto: se trataba de la vendida el pasado día 12 en Sotheby’s Londres, procedente de la colección del reconocido músico Eric Clapton: Abstraktes Bild, 1994 (809-4, O/L, 225 x 200 cm). Lejos de la estimación más baja de nueve millones de libras, la obra se disparó en un continuo fluir de pujas hasta adjudicarse nada menos que por 21.321.250 libras (34.190.756 dólares; 26.436.220 euros), convirtiéndose de este modo en el nuevo récord del artista y, lo que es aún más importante, en la obra más cara de un artista vivo. Cuarto de una serie de apenas cinco, fue comprado en Sotheby’s Nueva York el 14 de noviembre de 2001 por 3.415.750 dólares, y en apenas once años ha obtenido una revalorización del mil por ciento, o lo que es lo mismo, cada euro se ha multiplicado por diez.
Del mismo autor y en la misma subasta, otro Abstraktes bild, 1997 (840-2, O/L, 67 x 93,8 cm), verdaderamente atractivo, se vendió por encima de la estimación por 1.945.250 libras ((3.119.402 dólares). Es interesante también saber que había sido adquirida en Sotheby’s Londres en julio de 2008 por 959,650 libras (1.915.461 dólares), duplicando casi su valor en poco más de cuatro años.
El día anterior, Christie’s también vendió dos obras de su mano: 5 Türen II (5 Doors II), 1967 (O/L, en cinco puertas, 233,5 x 108,3 cm c/u; 233,5 x 541,5 cm total), por 2.169.250 libras (3.466.462 dólares), y Abstraktes Bild, 1992 (767-3, O/L, 62 x 62 cm) por 937.250 libras (1.497.726 dólares).
Dos pinceladas más antes de adentrarnos en el panorama español.
De Martin Kippenberger (1953-1997), Christie’s ofrecía una interesantísima colección de autorretratos del pintor: doce obras sobre papel, una escultura múltiple y el embrionario trabajo Untitled, 1992 (from the series Hand-Painted Pictures) (O/L, 180,4 x 149,8 cm). Las ventas de esas obras han sido muy buenas pero el lienzo, donde aparece como enfant terrible con caracteres cirílicos en clara alusión a los iconos, superó con creces al resto adjudicándose por 3.177.250 libras (5.077.246 dólares) y pasando así a ser la obra más cara del alemán. Había estado expuesta en las mejores muestras: en su gran retrospectiva en el Centre Georges Pompidou, París en 1993, Tate Modern, Londres, en 2006, Museum of Contemporary Art, Los Angeles y The Museum of Modern Art, Nueva York en 2009.
En Sotheby’s, destacó también la venta de Yves Klein (1928-1962), RE 9-I, 1961 (esponjas naturales y pigmento seco azul/T, 40 x 34,9 cm). Comprada en Sotheby’s Nueva York en noviembre de 2000 por 907.750 dólares, alcanzó esta vez los 3.737.250 libras (5.993.054 dólares). Tampoco estuvo nada mal la revalorización.
Hechas las presentaciones de rigor, vamos con las ventas de los españoles, donde dos han brillado con luz propia: Eduardo Chillida que consolida su puesto con escultor y con una ventas cada vez mayores en el mercado internacional, y Miquel Barceló (1957), cuyas obras más importantes siguen vendiéndose a precio de oro, manteniendo su posición de autor español más caro.
Del mallorquín se esperaba una venta importante en Christie’s por Areneros y muleros, lienzo de grandes dimensiones (260 x 206 cm) fechado el primero de octubre de 1990. Este tipo de obras, calificadas por la crítica de forma casi unánime como de las mejores que han salido de su mano, no se dejan escapar. Y así, aunque la venta se estimaba entre dos y tres millones de libras, la adjudicación fue por algo menos, alcanzando un precio final de 2.057.250 libras (2.557.162 euros; 3.287.486 dólares).
La misma casa, en cambio, debió ver que su buena Cuina Mallorquina (200 x 300 cm) fechada en Porto Colom en septiembre de 1985, no alcanzaba las 150.000 libras mínimas de la estimación y quedaba sin comprador, a pesar de que en esta misma sala, se había vendido por 162.050 libras en junio de 2003, antes de la crisis…
Barceló no tuvo grandes alegrías en Sotheby’s: Tallades, 1987 (Tm/L, 200 x 200 cm) se quedó en las 151.250 libras (176.856 euros); en cambio, Cabrit i ratja (Tm/L, VII.94. 200 x 200 cm) no llegó a la estimación de 180.000-250.000 libras; y la escultura de bronce del Mono (1993, 5/8, 81 x 75 x 45 cm) se vendió por apenas 58.850 libras (68.813 euros).
Phillips de Pury, en su licitación del 11, tuvo similar suerte pues vendió À Livorno, 2007 (Tm/L, 65 x 82 cm) por apenas 103.250 libras, pero Sinonimies, 2004 (Tm/L, 122,5 x 177 cm), fechado el 3.VII.04, se quedó sin interesados (200.000-300.000 libras). La crisis se nota sobre todo en la zona media pues los grandes coleccionistas sólo quieren las piezas mejores.
Eduardo Chillida (1924-2002) se afianza como un escultor cada vez más internacional. Y su magnífica Ikaraundi (Great trembling), 1957 (bronce, 3/3, 53 x 150 x 44 cm), ofrecida en Sotheby’s, se adjudicó por 1.049.250 libras (1.300.965 euros; 1.682.577 dólares). Ahora sólo falta saber a dónde va a parar el bronce, pues los otros tres ejemplares ya disponen de un hueco en las colecciones de importantes museos…
Junto a esta escultura, Sotheby’s vendió también la LURRA M-10 (Terracotta, 21 x 31 x 23 cm), de 1995, por 85.250 libras (99.682 euros), y un Fieltro de grandes dimensiones (91 x 69.5 cm), de 1997, por 127.250 libras (148.792 euros), lejos de la estimación de 70.000 a 90.000 libras. Christie’s, en cambio, falló con las dos gravitaciones de este artista que presentaba…
El caso de Juan Muñoz (1953-2001) parece un poco más complicado. Christie’s ofrecía una más que interesante A Caballito frente al espejo (Piggyback), 1997 (resina de polyester y espejo, 174,2 x 118,1 x 115,6 cm) que salía al mercado con una estimación entre 500.000 y 700.000 libras. La pieza no era sobresaliente pero el precio sí se acercaba al de las piezas más altas de su cotización. El caso es que no hubo interesados en la pieza… En cambio, Biting your nails, 2000 (resina de polyester y acero, 81,5 x 36 x 39 cm) superó la estimación más baja y su precio ascendió hasta las 361.250 libras (577.278 dólares).
Ese mismo día, Phillips de Pury ofrecía un buen dibujo de su mano, de 1989: From the Raincoat Drawings (tiza blanca sobre chubasquero sobre madera, 140 x 100 cm) que superó con creces la estimación de 35.000 a 45.000 libras alcanzando las 55.250 libras. En ese misma línea, Sotheby’s vendió al día siguiente su interesante Hanging figure, 1997 (resina y cable, 160 x 85,1 x 69,9 cm), pieza única, por 301.250 libras (373.519 euros; 483.084 dólares), dentro de la estimación. Lo cual muestra, una vez más, el interés en la obra del madrileño, que en su día encandiló a los visitantes de la Tate Modern de Londres, con su extraordinaria muestra.
Hablemos ahora de los fiascos.
El primero de ellos se refiere a Antonio Saura (1930-1998). Bonhams ofertaba el día 11 un más que interesante Felipe II, 1984, pero la estimación de 120.000-160.000 libras se demostró alta, como parecía más que probable. Sotheby’s, al día siguiente, no hizo sino corroborar la sospecha y su Portrait 60.1, de 1981, con una estimación de 120.000 a 180.000 libras tampoco encontró interesados. Parece, pues, que este tipo de piezas, ya un poco tardías dentro de la amplia y similar producción del oscense, sólo interesaban a los coleccionistas españoles, y ahora ellos son los primeros que no compran estas obras.
Con Lucio Muñoz (1929-1998) pasó algo similar: bueno, su delicada Tabla 22, de 1959, se vendió en Bonhams el día 11, pero por apenas 7.500 libras, lo cual quiere decir que sólo hubo un interesado que pujó por debajo de la estimación más baja; mi enhorabuena para el comprador porque se lleva una obra difícil y dura, pero de calidad indudable. Sin embargo, y ahí va la reflexión que me interesa, ¿valen realmente más las dos obras de Ángela de la Cruz (1965) que Christie’s vendió ese mismo día? Loose Fit XXXI (dark blue), 2004 (O/L, 110 x 108 x 25,4 cm), alcanzó las 12.500 libras (20.038 dólares), mientras Blow Up! (Clark Kent Painting), 1997 (O/L, en dos partes, 98 x 113 cm y 41 x 42,3 cm) por 7.500 libras (12.023 dólares), ambas dentro de la estimación pero con varias pujas antes del remate. Es cierto que la artista ha sido finalista del premio Turner y que yo mismo desde estas líneas recomendé la adquisición de alguna de estas piezas, pero realmente ¿no se debería pagar más por el cuadro de Lucio Muñoz, todo un artista consagrado ya por el tiempo y que ya demostró su calidad? ¿O es que merece más la pena ahora una inversión de futuro, por si las obras de la gallega se venden mucho mejor en un futuro no muy lejano? Lo triste no es que se vendan las obras de la afincada en Londres en ese precio, obviamente, sino que por una obra como la de Lucio Muñoz apenas se paguen diez mil euros a día de hoy…
Acabo. Por Angular I, 2002 (O/L, 242 x 186 cm) de Pablo Palazuelo (1916-2007) no hubo ningún interés; la estimación de 80.000 a 120.000 libras se demostró alta para obra tan tardía y con pocos coleccionistas internacionales aún interesados; su cotización, elevada en los años anteriores a su muerte, necesita un reajuste muy serio. Y de Juan Uslé (1954), por Bellow Amnesia, 1999-2000 (O/L, 111,8 x 198,5 cm) apenas se pagaron en Christie’s 25.00 libras (40.075 dólares).
El repaso a las ventas muestra el interés por las piezas sobresalientes, que en los últimos tiempos siempre encuentran comprador si están dentro de un precio razonable. Las piezas que no lo son, pero por las estimaciones lo parecen, no interesan a los coleccionistas, que cada vez hilan más fino con sus ahorros.
Publicado por Daniel Díaz el 15 de octubre de 2012.